miércoles, 15 de mayo de 2013

Poladura Pajares ¡Por fin!

Pues si señor! Era yo. Después de que me atropellara el cortacésped quedé así



pelón y orejudo, pero mas feliz que un perro con dos colas.

Por fin habíamos completado la innombrable y gafada etapa desde Poladura de la Tercia (¿Cuántas veces habré escrito Poladura este curso?) hasta Pajares. Y por eso estaba tan contento y satisfecho como todos los demás.

Y también estaba feliz por el regalazo que me había hecho mi amiga Ana. Nada menos que una cámara nueva... ¡y qué bonita!

Y si no fijaros con que envidia la observa alguno




El día empezó fantástico. Aunque en León había niebla, en Villamanín después del café (hay que empezar bien la jornada) el Fontún se veía así



Bueno, no se veía así. El cielo era azul, pero mi cámara, con el sol de frente captó esto.

Luego Marcos, con su inconfundible conducción deportiva, nos subió hasta Poladura



De frente las Tres Marías



Y un poquito a la derecha el Cueto Negro



Antes de iniciar la marcha, y a diferencia de otras jornadas, no vi a nadie colocarse polainas ni ajustarse impermeables. Si vi en cambio cremita para el sol ¡Qué guay!



Y nada, a patear, que es lo que nos gusta, camino de Oviedo



Con el esfuerzo del primer tramo de subida hubo que quitarse un poco de ropa



Luego, con el viento del norte en el morro, hubo que ponérsela otra vez.

Las buenas costumbres no hay que perderlas y Juan Carlos sigue haciendo amigos allá donde vaya



Serpenteando por valles y coyadas llegamos a la Cruz del Peregrino.



Un amigo que venía andando desde Huelva nos hizo la foto. Curiosamente luego vimos a una pareja que venían de Cádiz en bici



También vimos a alguno que creía estar en Jerez



Seguimos la ascensión. Desde el Alto la Tusa se veía Busdongo



Bajamos un poquito



A la derecha teníamos el Furacón



Para luego subir a la Sierra del cuchillo. Se veía Arbas del Puerto



La linea de alta tensión marca el camino hacia el Pajares



Y las vistas cada vez más espectaculares



Yo creí que me habían copiado la idea de hacer la peregrinación con piedras para purgar mejor los pecados



Pero parece que solo querían consolidar el paso del arroyo



Y una imagen para meditar sobre la grandeza del hombre para construir... o destruir



Cuando coronamos el puerto de Pajares y vimos el espectáculo de montañas engarzadas de nubes nos pareció que estábamos un poquito mas cerca del Cielo.



Y bajando hacia el pueblo de Pajares, vimos porqué Asturias es paraíso natural



Una vez completado el descenso hasta los aledaños del pueblo



Marcos nos volvió a subir a Arbas, donde con el único propósito de recuperar nuestras fuerzas después del esfuerzo de la jornada, comimos



y bebimos



unas sencillas viandas que allí nos dispensaron





e incluso recuperamos del olvidado rincón ciertos licores espirituosos



que nos movieron a ensalzar (aún mas) la amistad




Una vez arregladas las cuentas (no olvidemos que Jesús expulsó del templo a los cambistas)



visitamos Santa María de Arbas



Preciosa iglesia de estilo románico tardío que es cuanto queda del que fuera hospital de peregrinos hasta la desamortización de 1866.

Destacan sus dos portadas románicas.

La meridional



y la occidental donde dos mochetas con figura de cabezas de animales vigilan el paso



al norte un oso



y al sur un buey



Se les considera guardianes que protegen la entrada al templo, pero hay otras versiones que explican su presencia. Para los que no lo vieron en su momento, he aquí una versión de su origen




Una vez completa la visita y hechos los ruegos a Nuestra Señora pidiéndola salud y fuerza para completar los Caminos, iniciamos el retorno a nuestros hogares.


Y ahora, viendo lo que he escrito y en aras de una buena amistad (si sigo escribiendo me acabaréis odiando) creo llegado el momento de citaros para la próxima y especial etapa en la que, por fin, llegaremos a Oviedo, nos postraremos a los pies de El Salvador y recibiremos la Salvadorana




BUEN CAMINO!!!



1 comentario:

  1. Como siempre y mil veces gracias Pedrín.
    Gracias a tus palabras hago el Camino dos veces: una en el propio Camino y otra en la mente.
    LO CLAVAS CHAVAL !!!
    ¿Quizás sea por tener la frente tan despejada, gracias al cortacesped?
    Abrazo caminante

    Carlos.

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