Caminos a Santiago. Cada uno en su sitio



Bueno, que lo de ser peregrino me ha gustado.

Y no solo gustado, me ha entrado dentro. Tan adentro que en muchas ocasiones me descubro hablando a la mas mínima ocasión sobre el Camino.

El año pasado que hicimos el Francés no surgió ningún problema, pero este año con el de El Salvador y el Primitivo me he dado cuenta de que hay que dar muchas explicaciones (¡En León!)

El de San Salvador hay muchas personas que no lo conocen, pero lo explicas y ya está. Sin embargo, con el Primitivo he llegado a discutir con amigos.

Yo: Estoy haciendo el Camino Primitivo.

Amigo: Ah! El del Norte.

Yo: No señor, el Primitivo.

Amigo: Si, el que va por la costa.

Yo: Que no, el Primitivo, el original, el primero que hubo.

Amigo: No, el primero fue el Francés. El Primitivo o el del Norte era por donde...

Yo: ¡Qué no es el mismo!

Amigo: ¡Bueno! Por el que iban cuando los moros... Pero el primero fue el el Francés, que leí yo un libro que lo explica!

Yo: Ah! Pues debía yo de estar confundido... Bueno, que se me enfría la tapa y se me calienta la cerveza y la cabeza. (E intento colocar aquí un cambio drástico de conversación)

Pues no señor. Ni el primero fue el Francés, ni es el mismo el del Norte y el Primitivo.

Me odiaréis por ello, pero intentaré explicarlo.

Reinaba en Asturias nuestro amigo Alfonso II el Casto, cuando un pastor de nombre Paio corrió en busca del obispo Teodomiro para contarle que sobre un campo deshabitado había visto singulares luces.

Investigaron y hallaron en el lugar una tumba con un cuerpo degollado y la cabeza bajo el brazo.




Recordó el obispo Teodomiro que, Santiago El Mayor, tras Pentecostés, fue enviado, al igual que el resto de los apóstoles, a predicar el Evangelio.

Navegó Santiago por el Mediterráneo para evangelizar Hispania y hay diferentes versiones de por dónde empezó. Una de ellas dice que tras pasar por las Columnas de Hércules, bordeó Le Bética y la costa occidental para desembarcar en Gallaecia e iniciar allí las enseñanzas de la Palabra.

Otras tradiciones dicen que desembarcó en Tarraco y viajó por el valle del Ebro hasta encontrar la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en el Finis Terre.

Sea como fuere, lo cierto es que nos trajo la Buena Nueva por toda Hispania, incluida Gallaecia y a medida que se iba extendiendo la Palabra, juntáronse a Santiago un grupo de discípulos que, a posteriori, serían quien continuaran la evangelización tras el  viaje de aquél a Jerusalén.

Y es que una noche, mientras oraba con sus discípulos en la ciudad de Caesar Augusta, se la apareció a Santiago la Virgen María, aún "en carne mortal" sobre un pilar de luz que luego se convirtió en jaspe.




Le dijo María a Santiago que en aquel lugar edificara una iglesia y después regresara a Jerusalén.

Santiago, con la ayuda de los siete primeros convertidos de la ciudad, construyó, a orillas del Ebro, una pequeña iglesia de adobe y partió de regreso hacia la capital de Judea donde al poco de llegar fue hecho prisionero.

Llevado al monte Calvario, aún tuvo tiempo por el camino de convertir a cuantos se acercaban a él, incluido Josías, el traidor que le había entregado, e hizo numerosos milagros, curando tullidos y ciegos.

Una vez llegado al mismo lugar donde años atrás había sido crucificado Nuestro Señor Jesucristo, Santiago fue atado a unas piedras, vendados los ojos y decapitado.




Un grupo se sus discípulos llevó desde allí su cuerpo por el Mediterráneo y el Atlántico, en una embarcación de piedra, de nuevo hasta Gallaecia, donde le dieron sepultura en Iria Flavia. Exactamente donde Teodomiro era obispo en el S IX.




Claro le quedó entonces al obispo que aquel cuerpo que habían encontrado gracias a la revelación de Paio era, sin duda, el cuerpo del apóstol Santiago el Mayor.

Y pudiera ser que aquellas singulares luces que vio el pastor fueran estrellas que revelaban el lugar de tan sagrada sepultura, por lo que aquel lugar comenzó a llamarse Campus Stellae, de donde nos llegaría Compostela.

Enterado Alfonso el Casto de tan gran descubrimiento, púsose enseguida en camino, con todo su séquito, para ir a aquel lugar y adorar las reliquias del apóstol Santiago y mandó construir una iglesia en el mismo lugar, dando así origen a la catedral que hoy conocemos.




Queda así claro que Alfonso II de Asturias fue el primer peregrino y la ruta que tomó desde Oviedo hasta Iria Flavia, hoy Camino Primitivo, resultó ser el primer Camino de Santiago.




Corrió entonces la noticia por todo el reino astur y fueron muchos los cristianos que peregrinaban a Santiago, primero por el Camino Primitivo, de Oviedo a Santiago y luego, cuando se dieron cuenta de que por el litoral el trazado era más suave y cómodo, se creó el Camino del Norte o de la Costa.

Cuando la noticia se extendió por los reinos cristianos de Europa fueron muchos y de muy diversos orígenes los que quisieron peregrinar hasta el lugar para redimir sus pecados, convirtiendo a Compostela en el tercer lugar de peregrinación para los cristianos tras Roma y Jerusalén.

Pero claro, a esto hay que añadir que, en aquellos tiempos, la mayor parte de la península era terreno dominado por los musulmanes. Y parece ser que a éstos no les hacía mucha gracia que los cristianos peregrinaran por sus territorios aunque fueran al fin del mundo.

Temerosos pues los peregrinos que venían de los reinos transpirenaicos de que los moros les pidieran explicaciones, una vez cruzados los Pirineos, nada mas vadear el río Bidasoa, caminaban hacia el oeste muy cerca de la orilla del mar Cantábrico, pues la cordillera del mismo nombre les defendía de la amenaza musulmana. Se estableció así el trazado completo del Camino del Norte que empezaba e Irún y, por la costa, atravesaba el reino astur hasta llegar a Santiago.




Alfonso y los reyes astures que le sucedieron aprovecharon la coyuntura para aglutinar sus territorios como un solo reino bajo la protección del Apóstol y utilizaron a Santiago para unificar la conciencia anti-islámica de forma tan rotunda que le convirtieron en guerrero cristiano contra los musulmanes.

Así, pocos años después de descubierto el sepulcro del apóstol y en el segundo año de reinado de Ramiro I, a la sazón sucesor de Alfonso II,  los astures se enfrentan, en las llanuras de Clavijo y en clara desventaja, a las tropas musulmanas de Abderramán II. Cuando las mermadas tropas cristianas empezaban a pasarlas canutas, apareció Santiago, a lomos de un caballo blanco, luchando contra la morisma y dando estocadas a diestro y siniestro y levantando tanto el ánimo de los cristianos que la resolución de la batalla, a favor de los astures, fue coser y cantar.




Y de esta manera no solo "nace" Santiago Matamoros, sino que además, al correr la noticia por toda Europa, todos los reinos cristianos se "apuntan" para dar a la Reconquista, iniciada por Pelayo en la batalla de Covadonga, el empujón definitivo para recuperar, de una vez por todas, los antiguos reinos godos.

A medida que los cristianos hacen avanzar las fronteras hacia el sur, queda libre de ocupación musulmana una vía romana que iba desde los Pirineos hasta Finis Terre. Esta ruta ya existía en tiempos prerrománicos cuando muchos pueblos de religión céltica, viajaban por ella hasta el  fin del mundo.

Esta ruta que, por su origen a los pies de Francia y por la nacionalidad de muchos peregrinos que por él viajaban, pasó a llamarse Camino Francés, fue enseguida promocionado por los reyes y señores de las tierras por las que transcurría. Así se construyeron puentes, se repararon caminos, se edificaron hospitales...

De esta manera el Camino Francés pasó a ser el Camino por excelencia, gran vía de comunicación, no solo de peregrinos, sino que con ellos llegaron a los reinos hispanos el arte, la cultura, los ritos religiosos, etc.




Muchos otros caminos se fueron abriendo para dar Camino a los peregrinos de todo el orbe y mucho podíamos hablar de aquellos y de estos, pero se que vuestra paciencia tiene un límite y a mi me molestan un tanto las collejas...




Sea el que sea el que elijáis para peregrinar y sea cual sea el que toméis en la vida


BUEN CAMINO!!!

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