viernes, 11 de abril de 2014

A fonsagrada - Fontaneira

Otro fantástico día de peregrinación en el recién estrenado tramo gallego del Camino Primitivo.
Salimos de Fonsagrada con nubes y claros en el cielo, temperatura fresca pero muy agradable para caminar y la amenaza de lluvia a primera hora de la tarde.


A nuestra espalda quedaba el omnipresente depósito de agua de Fonsagrada. Le veíamos en la etapa anterior desde muy lejos, cual faro desde el mar


Y le seguiríamos viendo esta jornada cada vez que volviéramos la vista atrás


Allí mismo nos encontramos (el mundo es un pañuelo) con conocidos. Al menos yo oí como exclamaba alguien ¿Qué pasa, tronco? ¡Espera, que te hago una foto!


Enseguida llegamos a la aldea de Padrón, donde alguno fue corriendo a preguntar por los pimientos, pero no, aquí no es. En este Padrón encontramos su iglesia



Y una clarísima señalización del Camino... ¿O acaso se refería a la bella dama que camina con nosotros?


Sería muy lioso y poco ilustrativo narrar ahora los repechos que subimos parriba


Y bajamos pabajo (Pero qué bien me explico!)


Todos los pinares (¡Qué de pinos!) y otros bosques que atravesamos,



Algunos de ellos muy curiosos. Imaginando estos árboles un atardecer de niebla no es de extrañar que crean en meigas, en cuélebres y en todo lo que haiga que creer



 Todos los tramos embarrados que pateamos


Y los momentos en que debíamos compartir el sendero con el agua



Todos los tramos de carretera o cruces de carretera que sufrimos en la etapa


Los líos que nos montamos en algún momento al contar a los peregrinos



 El despiste al que llegamos al ver las diferentes versiones de espantapájaros



Éste debía ser la versión 3.0 o mas


La facilidad con la que estacionan algunos


La publicidad encubierta de movistar (¿o macdonald?)


Y la omnipresente presencia (hoy estoy sembrao) de Os Ancares, tan nevados ellos, vigilando nuestros pasos


De todo esto no creo que deba extenderme mucho... (lo dicho: sembrao) así que intentaré contar algo mas instructivo. Como instructivo era, en aquel mirador


Su panel informativo: nada de lo que allí se leía era incierto o erróneo


Y no como aquí... ejem! Sigamos. las vistas desde allí, al igual que en muchos puntos del camino, espectacular


Pero puestos ya a contar algo relevante, señalar nuestro paso por el Real Hospital de Santiago de Montouto. O mejor dicho, por lo que queda de él


Pedro I de Castilla, apodado El Cruel, en 1357 contruyó el hospital original. De éste apenas quedan las ruinas de un muro perdido en el bosque y, dicen, muy pocos saben su localización exacta. Después se construyó este que vimos en 1698 que dio cobijo a los peregrinos hasta su abandono a mediados del S XX.




Como dato curioso decir que la construcción de este hospital coincide con la localización del Dolmen de Montouto y el antiguo estaba cercano al Menhir Pena Labrada, lo cual da motivos para pensar que por estos trazados habría una ruta de peregrinación precristiana.

Al lado del Hospital hay una pequeña Ermita de Santiago de reciente construcción donde se celebra una romería el 25 de Julio y fue el marco elegido en esta jornada para hacer la foto de grupo



Seguimos caminando y tras cuatro kilómetros de descenso, llegamos a Paradavella. El primer pensamiento de todos fue: bella es con B. Pero no, bien nos explicaron en el mesón que Paradavella significa "parada vieja". Ah! Bueno, entonces sí.

En dicho mesón descansamos


No tomamos un tentempié


Sellamos nuestra credencial


 Incluso podíamos haber resuelto algún zurcido


Lo que no tengo muy claro es que salieran bien las cuentas


Una vez reiniciada la marcha pasamos por Degolada, población de tres habitantes, que nos hizo preguntarnos cómo habría muerto la que diera nombre al lugar...


Y en esos pensamientos íbamos siguiendo el camino, bien señalizado, por cierto


Cuando nos sorprendió la cuesta del día. En alguna guía leí que era de poco mas de un kilómetro, claro, que también decía que era mortal. Lo cierto fue que a algunos de nosotros se nos hizo pelín larga.


La buena noticia es que estaba la senda recién arreglada, pues anteriormente, según la guía, era un barrizal complicado de subir


Vencida la cuesta nos plantamos en A Lastra


Los que de por si tenemos siempre un deje optimista (y no recordábamos el perfil de la etapa) pensábamos que la subida acababa aquí, pero no, seguía aún mas y aunque menos pronunciada la pendiente, no se corona hasta Fontaneira.
Aquí en A Lastra quiso el destino que me quedara solo cerrando el grupo y, como dijo Tylczak en su postulado sobre probabilidad, los sucesos fortuitos tienden a suceder todos juntos. Así, de forma fortuita, me encontré a este



La foto se la saqué cuando aún estaba yo lejos y él relajado. Cuando se plantó en medio del camino ladrándome yo solo pensaba en porqué no llevaba bastón o porqué no salía ningún vecino de la aldea para evitar que el susodicho merendase de mi pierna... Como para hacer fotos!
Lo cierto es que vencido el ladrador obstáculo, continué la ascensión y justo cuando alcancé a las últimas unidades del pelotón, comenzó (estaba predicho) a llover


Al principio, por suerte, fueron unas tímidas gotas que no obstaculizaron en exceso la ascensión. Así, sin mas problemas, ganamos el Alto da Fontaneira (936 m)


Tras el cual, a unos pocos metros por carretera, se llega al poblado de Fontaneira de 26 habitantes (12 homes e 14 mulleres en 2011, segundo o Instituto Galego de Estatística)


A la entrada de la aldea vemos la Igrexa parroquial de Santiago da Fontaneira, escoltada por cuatro magníficos teixos, el poste de la luz, el contenedor de la basura y un autobús... Bueno, vale, al autobús lo indultamos porque era el nuestro y estaba estratégicamente estacionado enfrente de el bar, que dicho sea de paso, es donde mas nos gusta acabar las etapas.


Y ya que estábamos en Fontaneira, alguien preguntó por la fábrica de galleitas, pero no, no era aquí. Así que nos refugiamos en el bar donde comimos y brindamos por el final feliz de la jornada



Curioso, además, el bar, que a pesar de estar en una pequeña aldea, se le subían los dineros por las paredes


Fuera, rompió a llover con mas ganas. Parece que por una vez tuvimos suerte con el agua


Yo no se si fue debido al esfuerzo, a la lluvia, a los brindis o a qué, pero alguien iba por ahí perdiendo piezas de la cabeza. (A mi no me miréis, que yo uso dos tallas mas)


Y con esta imagen que, espero, refleja el descanso bien merecido tras el esfuerzo (y lo bonitos que son los calcetines a topos)



Solo nos queda la consabida frase de deseo

BUEN CAMINO!!!