lunes, 10 de marzo de 2014

de Berducedo a Fonsagrada

Sabado 22 de febrero. Berducedo. Iniciamos la sexta etapa del Camino Primitivo haciendo un breve estudio del panel informativo donde se nos ofrece información al respecto (Ya me parezco a Sheldon Cooper... ¿Qué iba a ofrecer un panel informativo si no es información?)


Y comenzamos a caminar pasando al lado de la iglesia de Santa María del S XIV y custodiada por un enorme y milenario tejo o texu


Nada mas salir del pueblo se inicia un repecho (para calentar pronto las piernas) cuyo suelo, al principio, es de roca


Pero al llegar a la zona boscosa (Pino repoblado, principalmente) el barro nos complicó un tanto el tránsito


Pronto descubrimos tan moderno y enorme leñador que nos había destrozado el tramo de camino


Una vez superado dicho entuerto y tras valorar los daños


Tomamos un tramo de carretera que nos llevaría a La Mesa


Pequeña aldea presidida por la parroquia de Santa María Magdalena



Donde no pudo este humilde escribano determinar, por carecer de hojas, a qué especie pertenecen los elegantes árboles que custodian el noroeste de la iglesia


Tras abandonar La Mesa y aun por carretera subimos y sufrimos un brusco repecho


Tras el cual llegamos a Buspol, un caserío asentado donde estuviera en su momento uno de tantos hospitales que salpicaban el Camino


Allí encontramos la pequeña capilla de Santa Marina


Como dato curioso decir que, hasta hace pocos meses, en su coqueta espadaña colgaba la tercera campana mas antigua de Asturias, datada en 1327.
Aunque ha sido complejo buscar información al respecto, todo parece indicar que la campana ha sido retirada de allí por su seguridad y estará, imagino, en lugar seguro.

Nada mas pasar este caserío comenzamos la bajada mas larga de todo el camino, que nos llevará hasta la misma presa del embalse de Grandas de Salime.

Desde el mismo Buspol se empieza a ver la cola del embalse


Tras los praos, el brezo acompaña los primeros metros de descenso


Y allá en su frente Estambul, cantaba el pirata de Espronceda. Pues nosotros, allá de frente, tan cerca pero tan lejos, Grandas de Salime


Después del brezo apareció el pino de repoblación


Y cuantos mas metros bajábamos mas grandes eran los pinos


Y sin poder determinar porqué, el agua embalsada mostraba peculiar color


Mediado el descenso encontramos una singular construcción de piedra


Parece que se trataba de un cortín, esto es, un muro de piedra que protegía las colmenas de los osos golosos


Entre los pinos grandes bloques de pizarra vigilaban nuestro paso


Tras los pinares apareció un bosque de auténticos y honorables castaños


Aunque no todos estaban colocados como Dios manda


Entre tanto verde destacaba el blanco de las viviendas, casi todas en ruinas, de las brigadas que construyeron la presa. Llegaron a ser mas de 3.500 obreros repartidos en cuatro poblados alrededor de las obras


Así, tras el largo descenso cuyo último tramo es por carretera, llegamos a la presa del embalse de Grandas de Salime


Dicho embalse, que anegó el viejo pueblo de Salime, fue acabado de construir en 1954



Las construcciones aledañas que parecen colgadas de la montaña eran las canteras y las fábricas de cemento que proveían del material necesario para la construcción



No tengo fotos de aquello (no pasé entonces por aquí) pero es de destacar que para traer desde el puerto de Navia el clinker (cemento) y otros materiales construyeron un teleférico de 36 km de longitud.

Tampoco he podido saber qué Virgen es la que, tallada en piedra, preside el valle ya fuera del embalse



Una vez superada la presa continuamos varios km por carretera bordeando el embalse


Y cómo seremos que, aún estando cerrado, paramos en un bar


A poco mas de un km del final de la etapa la carretera abandona el pantano y gira entre los montes para buscar Grandas de Salime


En este punto nuestro amigo Marcos nos recogió y nos llevó a Pola de Allande donde nos repondríamos del esfuerzo y descansaríamos para la etapa siguiente. Mientras viajábamos el sol se escondia tras las lomas del oeste




Una vez en Pola de Allande, tras la ducha, se imponía recuperar líquidos y, para ello, qué mejor que unas cervecitas con buenas tapas en el café mas antiguo de Asturias: Café Vitoria


Sus mesas de marmol, su sombrerero


su cafetera, su caja registradora



Infinidad de objetos que hacían recordar su esplendor ya en décadas pasadas


En 1850 había abierto sus puertas como fonda según testimonio allí mismo recogido. Cuántos cafés, cuántas copas, cuántos apretones de manos y cuántas manos entrelazadas al calor de aquel café...
Y al calor de aquel café, tras las primeras cervezas y dejándonos llevar por el aroma de aquel espíritu añejo pero romántico salieron a la luz instintos que aun escondidos eran sospechados por todos



ejem!

Y después de recuperar líquidos se imponía recuperar nutrientes en aras de, al día siguiente, estar fuertes para caminar con ímpetu hacia Santiago.

Y fue en La Nueva Allandesa donde recuperamos los mencionados nutrientes y dimos descanso a nuestros cuerpos





"Demasiado fuerte es la cena", clamaban algunos, pero el que mas o el que menos repitió tres veces solo del primer plato. Y no vean cómo disfrutamos comiendo


Esta foto no la pongo por la cena (Qué buena!), ni por que me están haciendo una foto con buenos amigos (Qué buenos!), ni siquiera por salir yo en alguna (Que no quiero!) sino porque al fondo se ve la tele y si, voy a regodearme en ello: el Barsa palmó ese día el partido y, pudiera ser, la liga. Toma!




Después cafetito.... o infusión, o Almax, o bicarbonato... y a la cama. Cuando constaté que ya no había ningún peregrino (como si me tocara imaginaria) perdido entre los bares de la zona me retiré a mis aposentos y esto es lo que se veía desde mi ventana



Por la mañana, prontito, un buen desayuno y al bus para que Marcos nos retornara a Grandas de Salime donde retomamos el Camino.


Y allí, frente a la Colegiata del Salvador, que aún conserva en el interior la portada románica de la iglesia primitiva del S XII



Hicimos la foto de grupo para tener un recuerdo de aquel agradable lugar



Y como ya habíamos llegado tarde para otras cenas



Y el gallo se retiraba pues ya daba por concluida la obligación matutina



Nos pusimos a caminar para salir de Grandas por delante de la Capilla del Carmen del SXVIII



Poco después cruzamos un pequeño robledal



Tras el cual pudimos observar un cambio evidente en el paisaje. Habíamos dejado atrás lo mas crudo de la cordillera Cantábrica y ante nosotros teníamos planicies que no veíamos desde que salimos de León camino de El Salvador.



Lástima que estuvieran encharcadas y en algún tramo alguien se mojara los pies


Suerte que en el albergue juvenil de Castro, entre otras atenciones a los peregrinos, dan abrazos a quien lleva los pies mojados (Camino os podrá ampliar información al respecto)




A su lado está la iglesia del pueblo



Y un poco apartado del pueblo, a la salida, las ruinas del castro de Chao Samartin, un asentamiento de la Edad de Bronce (800 a. C.) y que perduró hasta el S II de nuestra era cuando un terremoto lo destruye

Después de Castro seguimos caminando entre robledales y praos



Con la nieve en Os Ancares a la vista



Pasamos por delante de la ermita de San Lázaro en Padraira, reconstruida en 1689 y que había sido capilla de un hospital de leprosos en el S XVI. Destacar que en aquel tiempo el término leproso acogía a quien pareciera cualquier enfermedad de la piel, muchas de ellas sin relación alguna con la lepra.



Al paso por Xestoselo, o Gestoselo en nuestro idioma, salimos a la carretera AS-28 para iniciar la subida al Acebo



Poco antes de coronar el puerto, en Penafonte (o Peñafuente), dejamos la carretera y cruzamos la pequeña parroquia pasando por delante de la iglesia de Santa María Magdalena, construida en 1605, aunque tengo constancia de que el contenedor que hay delante es de época mas reciente (¿Por qué siempre hay un contenedor y unas cablecitos para afear la foto?)



A partir de aquí seguimos el ascenso por pistas o senderos, siempre con el zumbido de los aerogeneradores en la orejilla



Poco después de coronar el Acebo, entre pinos de repoblación cruzamos el límite entre Asturias y Galicia



Lo cual fue motivo de celebración



Incluso para alguno que se ponía muy chulo (en plan John Wayne) para dar tan significativo paso


Claro que el siguiente, en su intento de permanecer con un pie en cada región, fue apodado por John Wayne como o pistoleiro das fotos... y encima tengo que estar agradecido



Así iniciamos el descenso gallego con Fonsagrada a la vista... no os dejéis engañar por las apariencias, aún faltaban doce km para llegar allí y culminar la etapa



Lo que si fue inequívoco: cambio de sentido de las conchas que indican la dirección del Camino. Si en Asturias era la parte cerrada del bivalvo la que indicaba el sentido a seguir, en Galicia es la parte abierta. Nada conflictivo mientras tengamos flechas amarillas


Y seguíamos caminando entre zonas despobladas de vegetación



Monte raso, pinares



Con Fonsagrada a la vista, cada vez mas cerca


Al paso por Cabreira y a falta de servicios hosteleros, fue una vecina quién ejerció de anfitriona y fue muy amable con los peregrinos


Y el jefe del pueblo, un poco presumido él, no le importó posar para la foto


A falta de hostelería, cada uno buscó su sitio para descansar



Y recuperar nutrientes e hidratos


Desde aquí quedaba a Fonsagrada... bueno, nose. En principio 9 km pero si cruzas la carretera solo eran 8. ¿Quién es el responsable de medir las distancias?



Pues tendría poco trabajo para poner ciertas indicaciones


Poco después, tras el paso por Fonfría y Silvela, topamos con una bella ermita


Santa Bárbara del Camino:
Santa Bárbara Bendita
Que en el Cielo estás escrita
Guarda pan y guarda vino
Y guarda a todo peregrino



Y sin mas sobresaltos subimos el último repecho del día



Ganamos Fonsagrada con su iglesia de Santa María en cuyo interior, en la capilla, se encontraba la Fontem Sagrada que da nombre al lugar



Y con un pequeño homenaje al pulpo


Y una primera reparación de daños


Dimos por finalizada la etapa.

Como colofón contar fue el bueno de Tito quien descubrió porqué quien busca tres pies al gato nunca encuentra nada. Porque no es gato, es perro




Pero seguro que el animal es capaz de llevar una vida digna y de ir, como nosotros, por un


BUEN CAMINO!!!