jueves, 30 de julio de 2015

¡SANTIAGO DE COMPOSTELA!

Hagamos memoria. No, no hay que esforzarse mucho.

La Robla. Segunda etapa del Camino del Salvador. ¿Cómo empezamos?


Efectivamente, con paraguas y chubasqueros. Habíamos tenido una buena primera etapa, pero la segunda ya la hicimos lloviendo.

Desde aquel día hasta hoy ¿cuántos kilómetros hemos caminado bajo este fiel y no deseado meteoro a lo largo de los Caminos del Salvador y Primitivo?



Y sentencian los viejos del lugar: quien mal empieza mal acaba.

¿Cómo íbamos a acabar pues?


Pues como tantas veces: mojaditos, caladitos, hartitos de tanta aguita...  Eso sí, mas felices que un perro con dos colas.




Iniciamos la penúltima jornada pertrechándonos con  nuestros coloridos aparejos. Cada uno dónde y como podía.



Y caminamos desde Calle hacia el oeste, siguiendo las flechas amarillas, en busca de nuestro anhelado Santiago




Por el Camino, además de agua, había gallinas y setas...




Si... que con las capuchas y paraguas no podíamos deleitarnos con los frondosos bosques de carballos y eucaliptos




Asi continuamos hasta Pedrouzo


Donde nos arrimamos un buen bocata y unos tercios de Estrella Galicia, que aún sin calor entran que da gusto... a ver si ingresamos algo por la publi.



Para seguir caminando en un sorprendente paisaje


Guiados por unas sorprendentes (y bonitas) flechas amarillas




La belleza de algunos bosques



Contrasta con el paso entre las balizas del aeropuerto



Y caía ya la noche



Cuando tomamos la enorme recta que nos sube hasta San Marcos.



Llegamos al Monte do Gozo ya sin luz y desde allí nos bajaron a la Casa de Espiritualidad



Donde cenamos en su acogedor refectorio



Y descansamos en sus lujosas celdas monacales



A la mañana siguiente, 9 de noviembre, festividad de Nuestra Señora de la Almudena así como de San Agripino de Nápoles y Santa Eustolia de Constantinopla, retornamos al Monte do Gozo



Para iniciar la última jornada peregrina



Que nos llevaba a Santiago de Compostela.


Y bajando por estas oscuras escaleras



Llenos de alegría y emoción



Nos plantamos en la Plaza del Obradoiro, junto a las instalaciones de la NASA.



Perdón, es la Catedral con su curioso envoltorio obreril. Merecerá la pena verla así, pues luego la veremos limpia y radiante, pero podían haber escogido otro color mas adecuado al entorno, que ese azulón le queda como a un Cristo dos pistolas.

Una vez celebrado, besado y fotografiado de lante de la NAS... perdón, de la Catedral



Nos fuimos corriendo a la Oficina del Peregrino a "celebrar" la larga cola


Eso si, amenizada con la vendimia



Que siempre hay que sufrir para recoger la ansiada compostelana.



Después, como es de obligado cumplimiento, nos fuimos a la Misa del Peregrino a celebrar en la siempre abarrotada Catedral.



Si conmovedora es la entrada en la plaza del Obradoiro, es en el interior de la Catedral donde se suceden en cadena la serie de emociones que culmina y completa el Camino.

Abrazo al Santo, unos segundos en los que intentamos transmitir al Apóstol nuestros sentimientos y nuestros ruegos. Luego, en la cripta, nos postramos ante sus reliquias.



En la Celebración nos sorprende Miguel, alma mater de todas nuestras andanzas, con su participación en la Eucaristía leyendo las Sagradas Escrituras.



Y siempre todos pendientes del Botafumeiro



Y de los Tiraboleiros que aparecen con sus carbones encendidos.



Pasada la comunión, el sacerdote añade el incienso a los carbones



El órgano y el coro hacen llegar sus notas,como el humo del incienso, a todos los rincones de la Santa Nave



Y es entonces cuando empieza el vertiginoso vuelo que a muchos nos hace llorar





Así finalizaban las obligaciones espirituales de la llegada a Santiago. Solo quedaban pues las materiales, como son la compra de algún recuerdo y regalos para los allegados y, no olvidemos que estamos en Galicia, el final feliz de una buena mesa con buenas viandas


Regadas con buenos caldos



Finalizaba así la última jornada peregrina de los Caminos del Salvador y Primitivo. Había merecido la pena.

De entre las emociones del día no podía desenredar un pensamiento que tenía siempre presente. Era el recuerdo de las personas del "Primer Camino", aquel magnífico grupo con el que completé el Camino Francés dos años atrás. Les eché de menos y doy fe de que estuvieron con nosotros en las celebraciones.



A la hora de irnos, cuando hacíamos la última foto junto a la Catedral



El sol, ese gran ausente en nuestras andanzas y caminares, volvía a mostrarse haciéndonos un irisado guiño



Con él nos querría dar ánimo para embarcarnos en mas aventuras prometiéndonos su luz y su calor en nuestras correrías.

Seguro que pronto volveremos a caminar por alguna senda y reclamaremos su promesa.

Ya en el autobús, de vuelta a casa, hubo regalos





Doy fe de que tan agradecidos como innecesarios eran, pero servirán para no olvidar tantas jornadas juntos sufriendo pero disfrutando, del Camino y de los Amigos.



Gracias a todos y cada uno de los que habéis CAMINADO en el grupo, precisamente por eso, por ser GRUPO.

Tened todos, siempre

BUEN CAMINO!!!





viernes, 14 de noviembre de 2014

de Melide a Calle

Una vez mas nos pusimos en Camino.

Nuestra etapa empezaba en Melide, donde los Caminos Primitivo y Francés se unen.
Luego de mañana, a la vez que iniciábamos la caminata, los melidenses hacían sus deberes preparando el pulpo que sería demandado a mediodía.


¿Y qué decir de la etapa? Pues que empezó la cosa muy bien.


Parajes y paisajes bonitos


Bosques de carballos, castaños, eucaliptos...


Y el buen ritmo de nuestros pasos hacía que cayeran los kilómetros unos tras otros


Había que nutrirse... pero comer y caminar a la vez da lugar a estampas la mar de monas.


En este curioso kiosko, sin personal alguno, ofrecen fruta, agua y sello. Como estamos en otoño ofrecían ricas frutas del bosque.


Pasados esos kilómetros de buen caminar, me percaté de que las peregrinas que me precedían habían abierto el paraguas


Y hasta las gallinas buscaban refugio


Estaba claro: llovía


Hasta Boente la situación aún era sostenible


Tras sellar en la iglesia



Continuamos nuestro caminar ya pertrechados con chubasqueros y paraguas


Al llegar a Ribadiso da Baixo, cuando cruzábamos el puente medieval y a la vista del hospital de peregrinos de San Antón



La lluvia arreciaba, caía mas y con mas insistencia, vamos que se ponía muy pesada.

Y no es que nos pillara de sorpresa... anda que no no hemos mojado de León a Oviedo y de Oviedo  a aquí!

Pero esta vez a mi me debió de pillar a contrapié.

Oly empapada, mi ánimo por los suelos y la lluvia dale que dale.

Así que durante el resto de la etapa me dediqué a caminar por dentro mas que por el Camino. No hice fotos, casi no me enteré por dónde pasaba y reflexioné mucho.

Hubo un momento que pensé en sacar de mi archivo las fotos de las otras veces que pasé por aquí y mentir como un bellaco, pero ni se mentir ni iba a colar, pues el paisaje las otras veces estaba seco o muy seco.

Así que no tengo mucho mas que contaros. Se que en Arzúa comimos y después me quedé caminando solo y que dejó de llover y que cuando llegamos a Calle, fin de la etapa, volvía a llover y...

Por Dios! ¡Qué aburrido me pongo cuando me pongo aburrido!

Se que la siguiente será un tanto mas amena. Hasta entonces


BUEN CAMINO!!!